Las reglas básicas de la congelación
Muchas personas
piensan que casi cualquier alimento se puede guardar en el congelador sin que
los productos corran riesgo de estropearse. Esta máxima no es cierta en
absoluto y hay que extremar las precauciones porque hablamos de salud y
alimentación. No debemos olvidar que muchos alimentos ya han sufrido un proceso
de congelación y volverlos a congelar conllevaría que no se encuentren en
óptimas condiciones.
Aunque en principio todo
se puede congelar sin que su posterior consumo sea perjudicial para la
salud, hay alimentos que con la congelación sufren alteraciones en su textura y
sabor y por ello se hacen incomestibles.
Entre los consejos para realizar correctamente este proceso,
los especialistas citan, como el más importante, no congelar algo que haya sido
congelado antes, aunque sí se pueden congelar los alimentos ya cocinados con
productos congelados. Además, se debe tener en cuenta otros factores, como
evitar la abrasión por congelación, envolviendo bien el producto; extraer el
oxígeno para evitar la evaporación; no congelar las latas, ya que se expanden y
pueden explotar; no colocar alimentos sueltos, sino en pequeñas raciones; y evitar
los envases de cartón, en beneficio de los plásticos, rígidos y herméticos. En
todos hay que señalar la fecha de congelación y su contenido.
Algunos expertos alimenticios desaconsejan meter según qué
productos en el congelador ya que perderían propiedades o su sabor quedaría
modificado, como afirman en el Huffingtonpost.
Leche
Si queremos beber la leche directamente, no es lo más
aconsejable congelar este producto porque aparecerían grumos.
Al descongelarlo las hojas se marchitarán y se quedarán
blandas, perdiendo su sabor original.
Huevos con cáscara
Al contener líquido en su interior, se solidificaría y
terminaría por romper la cáscara.
Frituras
Si se fríe un alimento y luego se mete en el congelador,
perdería la textura crujiente que tenía en su inicio.
Frutas y verduras crudas
Estos alimentos tienen un gran porcentaje de agua y cuando
se descongelan, quedan blandos y en muchos casos pierden el sabor original.
Crema agria
Al descongelar este producto se corta y resulta inservible
para comerlo directamente.
Migas
Pierden su textura inicial y quedarían excesivamente
blandas.
Cambia su textura completamente y termina por cortarse.
Patatas crudas
Se vuelven blandas por su alto contenido en agua.
Queso
Da igual el tipo de queso que sea porque en cualquiera de
sus modalidades, cambia de la textura original.
Clara de huevo montada
Perdería toda su esponjosidad, quedando un extraño líquido.
CONVIENE RECORDAR:
1. Al contrario que los frigoríficos, los congeladores
funcionan mejor si están muy llenos y los alimentos pegados unos a otros.
2. ‘Tenga la puerta cerrada de los equipos de mantenimiento
en frío el mayor tiempo posible, para evitar las fluctuaciones de temperatura’,
informa la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
3. ‘Si se consume pescado crudo en casa, hágalo después de
haberlo mantenido congelado durante días’, recuerda la OMS, para evitar la infección
por anisakis. La anisakidosis es la enfermedad causada por las larvas de unos
pequeños gusanos redondos de la familia Anisakidae. Cuando se ingiere un
pescado crudo o que no se ha cocinado suficientemente, la larva del gusano,
todavía viva, puede penetrar en el organismo y fijarse en las paredes del tubo
digestivo.
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