Pescado, el gran aliado para tu salud
En los países donde la
población consume gran cantidad de pescado, los habitantes disfrutan de una
esperanza de vida superior a aquellos donde se consume más carne. Además, las
enfermedades circulatorias de tipo obstructivo tienen una menor incidencia.
Las propiedades
nutritivas de los pescados le otorgan a estos alimentos efectos
beneficiosos para la salud, por lo que su ingesta, dentro de una alimentación
sana y equilibrada, constituye un modo de prevenir la aparición de ciertas
dolencias. Las innumerables especies de pescado a las que se tiene acceso, las
múltiples posibilidades que ofrece en la cocina, junto con sus características
nutritivas, convierten al pescado en un alimento indispensable en la dieta y
recomendable en todas las edades y en las distintas etapas fisiológicas
(infancia, adolescencia, embarazo, lactancia, edad adulta y vejez).
Pocas calorías
El contenido calórico de los pescados es relativamente bajo
y oscila entre 70-80 Kcal por 100 gramos en los pescados magros o blancos y
120-200 Kcal por 100 gramos en los grasos o azules, por lo que constituyen una
buena opción para formar parte de la alimentación de personas con exceso de
peso. No obstante, este contenido calórico se puede incrementar según el modo
de cocinado.
Aporte nutritivo
El contenido de proteínas
en pescados y mariscos ronda el 15-20%, si bien los pescados azules y los
crustáceos superan el 20%. Del mismo modo que sucede con las proteínas
presentes en las carnes
y en los huevos, las del pescado se consideran de alto valor biológico porque
contienen todos los aminoácidos esenciales que el organismo necesita en cantidad
y proporción adecuadas. Dado que el crecimiento y desarrollo corporal que tiene
lugar durante la infancia, la adolescencia, el embarazo y la lactancia exige un
mayor aporte proteico respecto a otras etapas de la vida, se recomienda
alternar el consumo de pescado con otras fuentes proteicas de origen animal
(carnes, huevos y lácteos)
y vegetal (legumbres, cereales y frutos secos).
Los ácidos grasos
omega-3 desempeñan funciones importantes en el embarazo, la lactancia y la
infancia porque forman parte de membranas celulares, del sistema nervioso y de
la retina, por lo que los requerimientos se incrementan.
La ingesta de pescados
cuya espina también se come, como es el caso de especies pequeñas o
enlatadas (sardinas, anchoas...), es una fuente alimenticia de calcio, mineral
que se acumula en los esqueletos de los animales.
El contenido en calcio
de una lata de sardinas (el peso escurrido ronda los 70 gramos), es de 210
miligramos, similar al que aporta un vaso de leche (200 mililitros). Por esta
razón, este tipo de pescados supone una excelente fuente de calcio para quienes
por distintos motivos no incluyen suficientes lácteos u otras fuentes de calcio
(soja y derivados, sésamo, frutos secos, cítricos,
etc.) en su dieta; bien por problemas de salud, porque no les gusta o no tienen
el hábito de consumirlos.
Un ejemplo de contenido en calcio por 100 gramos de algunos pescados y mariscos es el siguiente: 300 miligramos en las sardinas; 210 miligramos en las anchoas; 128 miligramos en las almejas, berberechos y conservas similares. El contenido medio de calcio del resto de pescados y mariscos ronda los 30 miligramos.
Un ejemplo de contenido en calcio por 100 gramos de algunos pescados y mariscos es el siguiente: 300 miligramos en las sardinas; 210 miligramos en las anchoas; 128 miligramos en las almejas, berberechos y conservas similares. El contenido medio de calcio del resto de pescados y mariscos ronda los 30 miligramos.
El bocio es
una enfermedad que se caracteriza por un crecimiento anormal de la glándula
tiroides (situada en la parte baja del cuello), causada de manera habitual por
una deficiencia de yodo en la dieta. El
El pescado (principalmente el marino) y el marisco
representan una excelente fuente dietética para hacer frente a la falta de yodo
en determinadas zonas. Además, el yodo tiene una importancia añadida durante el
embarazo y la infancia.
Los pescados y mariscos más ricos en yodo son: todo tipo de
mariscos, salmonete, salmón, bacalao salado, conservas de atún o
bonito y mejillones en conserva.
Prevención de
enfermedades
El pescado presenta un contenido
vitamínico interesante. Posee diferentes vitaminas del grupo B como B1, B2,
B3 y B12, y vitaminas liposolubles entre las que destacan la vitamina A, la D
y, en menor proporción, la E, presentes principalmente en el hígado de los
pescados blancos y en la carne de los azules.
Las vitaminas A y E son de gran interés nutricional porque poseen acción antioxidante, es decir, constituyen un factor protector frente a ciertas enfermedades degenerativas, cardiovasculares y al cáncer.
La vitamina D actúa en el intestino favoreciendo la absorción de calcio y fosfato. También lo hace en el riñón estimulando la reabsorción de calcio, por lo que contribuye en la mineralización de los huesos y los dientes. Básicamente, los beneficios para nuestra salud se pueden resumir en los siguientes:
Las vitaminas A y E son de gran interés nutricional porque poseen acción antioxidante, es decir, constituyen un factor protector frente a ciertas enfermedades degenerativas, cardiovasculares y al cáncer.
La vitamina D actúa en el intestino favoreciendo la absorción de calcio y fosfato. También lo hace en el riñón estimulando la reabsorción de calcio, por lo que contribuye en la mineralización de los huesos y los dientes. Básicamente, los beneficios para nuestra salud se pueden resumir en los siguientes:
1. El pescado protege
el corazón y las arterias
2. Tiene propiedades antiinflamatorias
3. Previene la diabetes
4. Previene el cáncer
2. Tiene propiedades antiinflamatorias
3. Previene la diabetes
4. Previene el cáncer
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