Alimentación ecológica, una decisión saludable y responsable
La salud es la
principal preocupación de las personas y por ello cada vez es mayor el cuidado
de la alimentación. Este es uno de los motivos de la creciente demanda de alimentos ecológicos.
Hasta ahora se veía como normal la innecesaria ingestión de
químicos habituales en las explotaciones agrícolas. Ahora sabemos que son
nocivos para la salud y que deterioran el medio ambiente. Por lo tanto, exite
una alternativa y esta viene de la mano de los productos
ecológicos.
Se podría decir que los alimentos ecológicos, orgánicos o
biológicos son aquellos alimentos y bebidas producidos sin la utlización de
productos químicos en todas las fases de su elaboración. Actualmente, los
consumidores tienen la garantía de que los alimentos naturales que compran son
realmente ecológicos y saludables si están certificados por los organismos
correspondientes.
La parte negativa se encuentra en el precio de venta de los
alimentos ecológicos que es más elevado que el de los convencionales, si bien
esta diferencia se está reduciendo en los últimos años por el aumento de la
demanda y ya son muchos los alimentos ecológicos que se pueden adquirir en
tiendas tradicionales y online. Comprar aceite de oliva
ecológico, zumos, legumbres, frutas, carne, verduras, vinos, etc ya es una
realidad en multitud de tiendas en internet. Los consumidores bien informados
aceptan este mayor precio de venta ya que realmente obtienen productos
saludables de mucha mejor calidad. También es cierto que algunos productos,
sobre todo vegetales, no tienen un aspecto tan bonito como los tradicionales
pero a cambio si tienen un color mucho más puro. Los alimentos ecológicos hacen
recuperar el verdadero aroma y sabor de las comidas y bebidas.
Aquí os desglosamos 10
sencillos motivos por los que debemos consumir productos ecológicos:
1. Porque son
saludables:
Están libres de residuos tóxicos persistentes procedentes de
pesticidas, antibióticos, fertilizantes sintéticos, aditivos y conservantes,
muchos de ellos utilizados en la agricultura convencional para eliminar
insectos o plagas y combatir enfermedades, y que a medio o largo plazo pueden
dañar nuestro organismo.
Al no contener substancias artificiales, los alimentos
procedentes de la agricultura ecológica son asimilados correctamente por el
organismo sin alterar las funciones metabólicas. Según los especialistas en
nutrición, gran parte de las enfermedades degenerativas tienen su origen en la
alimentación.
Otra característica de la agricultura ecológica es que, al
cultivar los alimentos en suelos equilibrados por fertilizantes naturales, los
productos son más nutritivos ya que contienen unos niveles más altos de
vitaminas –especialmente la C–, minerales esenciales –calcio, magnesio, hierro,
cromo…–, antioxidantes –que ayudan a prevenir determinadas enfermedades como el
cáncer–, hidratos de carbono y proteínas.
2. Porque no
contienen aditivos sintéticos:
Los alimentos ecológicos no contienen aditivos de síntesis
que pueden provocar problemas en la salud tales como insuficiencias cardíacas,
osteoporosis, migrañas e hiperactividad.
Cabe destacar que los productos biológicos, cultivados sin
el uso de agroquímicos, respetando los ritmos naturales y sin aditivos, son
equilibrados y muy ricos en nutrientes.
3. Porque no
contienen pesticidas:
Centenares de pesticidas químicos son utilizados
habitualmente en la agricultura convencional lo que provoca que restos de
residuos de pesticidas aparezcan en los alimentos procedentes de esta
agricultura que ingerimos diariamente.
Diferentes estudios toxicológicos realizados demuestran la
relación existente entre los pesticidas y ciertas patologías como el cáncer,
las alergias y el asma.
El uso de pesticidas también es perjudicial para la salud
del trabajador agrícola, un problema serio especialmente en países en desarrollo,
donde el uso de pesticidas está poco regulado.
A su vez, la utilización de estas sustancias daña el medio
ambiente y conlleva un coste adicional a la sociedad, ya que ésta debe eliminar
los residuos que los pesticidas dejan en la naturaleza.
4. Sin organismos
genéticamente modificados:
En la agricultura ecológica no se autorizan los organismos
genéticamente modificados (OGM).
El cultivo de OGM puede tener consecuencias negativas para
el medio ambiente y faltan investigaciones sobre las consecuencias a largo
plazo del cultivo transgénico; actualmente no existen resultados científicos
que demuestren que el cultivo de OGM y los alimentos transgénicos sean
inofensivos para el medio ambiente y la salud humana, y se desconoce si la
ingesta de plantas modificadas genéticamente supone un peligro directo para la
salud, aunque hay indicios que muestran una influencia en el metabolismo.
La agricultura con organismos genéticamente modificados
conduce hacia la uniformidad genética y con ello hacia una erosión genética, lo
que significa una pérdida de variedad, con grandes extensiones de un mismo
cultivo.
La agricultura ecológica quiere conservar e impulsar la
variedad genética de las especies y tipos, y con ello la riqueza de los
paisajes de cultivo.
5. Porque no
contienen antibióticos:
En la actualidad existe una preocupación sobre el creciente
uso de antibióticos en la ganadería tradicional y los posibles efectos sobre la
salud humana.
Los estándares de control del reglamento europeo prohíben el
uso de antibióticos en la ganadería ecológica, hecho que beneficia la salud de
los consumidores.
El tratamiento veterinario que se dispensa al ganado, salvo
excepciones muy tipificadas, es en muchas ocasiones homeopático; esto significa
que los animales se cuidan de forma preventiva, evitando la administración de
antibióticos, tranquilizantes u hormonas.
6. Porque son
sostenibles con el medio ambiente:
Respetar el medio ambiente es una de las máximas de los
productos ecológicos; cuando consumimos alimentos de cultivo ecológico
colaboramos en la conservación del medio ambiente y evitamos la contaminación
de la tierra, el agua y el aire.
La agricultura ecológica es la más respetuosa con la fauna,
la que genera una contaminación más baja de aerosoles, produce menos dióxido de
carbono, previene el efecto invernadero, no genera residuos contaminantes y
ayuda al ahorro energético y de los gobiernos, ya que en el cultivo y en la
elaboración de los productos se aprovecha el máximo de recursos renovables.
7. Porque tienen máximos
niveles de calidad:
Los alimentos ecológicos provienen de la agricultura
ecológica, que utiliza un sistema de producción de la máxima fiabilidad pues
está sujeto a una trazabilidad desde el campo hasta la mesa mediante el
Reglamento Europeo 2092/91.
Todos los agentes que intervienen en la cadena
agroalimentaria están sujetos al control e inspección de las materias primas
utilizadas, el proceso de elaboración, el envasado, el etiquetado, etc.
mediante las empresas de control y certificación acreditadas.
8. Son respetuosos
con el bienestar animal:
El reglamento europeo contempla medidas específicas para la
ganadería ecológica en lo que respecta a la habitabilidad en las granjas con el
objetivo de evitar el estrés de los animales y potenciar el crecimiento en semi
libertad.
Este tipo de ganadería permite que los animales crezcan a su
ritmo natural y en unas condiciones de vida adecuadas.
Los animales no son manipulados artificialmente o de manera
intensiva para lograr una mayor producción, ya que, entre otros aspectos, no se
practica la inseminación artificial ni se emplean hormonas.
La alimentación de estos animales está basada en pastos
naturales, leche preferiblemente de su propia madre, y piensos y forrajes
ecológicos, exentos de pesticidas, fertilizantes y transgénicos.
Es importante destacar que un animal bien cuidado y sin
estrés produce más y goza de más salud.
Otra característica de la ganadería ecológica es que
potencia las variedades autóctonas, que son las que mejor se han adaptado a las
condiciones de la zona.
9. Porque son
respetuosos con la naturaleza:
La agricultura ecológica; fertiliza la tierra y frena la
desertificación; favorece la retención del agua y no contamina los acuíferos;
fomenta la biodiversidad; mantiene los hábitats de los animales silvestres,
permitiendo y favoreciendo la vida de numerosas especies; respeta los ciclos
naturales de los cultivos, evitando la degradación y contaminación de los
ecosistemas; favorece la biodiversidad y el equilibrio ecológico a través de diferentes
prácticas: rotaciones, asociaciones, abonos verdes, setos, ganadería extensiva,
etc.; potencia la fertilidad natural de los suelos y la capacidad productiva
del sistema agrario; recicla los nutrientes incorporándolos de nuevo al suelo
como compost o abonos orgánicos, y utiliza de forma óptima los recursos
naturales.
En resumen, respeta el equilibrio de la naturaleza
contribuyendo a la preservación del ecosistema y al desarrollo rural
sostenible.
10. Porque son más
sabrosos:
Los productos ecológicos, al ser elaborados de forma más
artesanal y cuidadosa, recuperan los gustos originales y tienen mejor sabor.
Debido a que las plantas sólo son regeneradas y fertilizadas
orgánicamente, éstas crecen más sanas y se desarrollan de mejor forma,
conservando el auténtico aroma, color y sabor.
Por ello, muchos consumidores prefieren alimentos
ecológicos, ya que conservan el verdadero gusto de cada ingrediente y les
permite recuperar el sabor tradicional de los alimentos.
Además, los alimentos ecológicos se conservan mejor que los
convencionales.
En definitiva, los productos ecológicos saben mejor y son
más sabrosos que los alimentos convencionales; sólo hay que probarlos y
comparar.
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