Una pizza casera muy muy rica
Es una de las comidas
preferidas de mayores y niños. Un plato ideal y sencillo para el fin de semana
y para esos días de celebración familiar. Y lo mejor de todo, fácil de hacer.
Por eso, aquí os dejamos una receta
de pizza casera.
Una pizza puede ser todo lo complicada que queramos y
también todo lo sencilla. Pero nos hemos decidido por una pizza muy sencilla,
con la idea de que todos vosotros podáis hacerla en casa simplemente siguiendo
los pasos y consejos que aquí os vamos a dar. ¿Os animáis?
Tiempo de elaboración
| 2 horas
Dificultad | Fácil
Personas | 4-6
Dificultad | Fácil
Personas | 4-6
Ingredientes
- 300
g de harina
- 160
g de agua
- 5 g
de levadura de panadería instantánea
- 20 g
de aceite de
oliva virgen extra
- 1
cucharadita de sal
- 200
g de salsa de
tomate
- 100
g de mozzarella
- 100 g de jamón de york
Pasos
En un bol ponemos todos los ingredientes de la masa:
harina, agua, levadura, aceite y sal y mezclamos bien con una cuchara. Una masa
de pizza es como un pan sencillo. Se puede hacer con cualquier tipo de harina y
la cantidad de agua será aproximadamente de la mitad de la de harina. Si usamos
una harina con más cantidad de gluten (harina de fuerza) entonces necesitaremos
algo más de agua y si utilizamos una harina normal con la mitad de agua (por
harina) y un poco más será suficiente.
Después toca amasar. Si tenemos una amasadora estupendo. Si
no tenemos lo único que haremos será estirar la masa y recoger con la palma de
la mano hasta conseguir una masa que no se pega a las manos ni a la mesa, es
una masa fina y elástica. Entre 5 y 10 minutos serán más que suficientes. No
hará falta enharinar la mesa.
A continuación dejaremos fermentar la masa tapada. El
objetivo es que doble de volumen. Si hace frío tardará más que si hace calor. Cuando
suba al doble seguiremos por el siguiente paso.
Cogemos la masa y la desgasificamos, es decir la amasamos
ligeramente para que vuelva a su volumen inicial. Podemos pasar a dividirla
para hacer pizzas pequeñas o hacer una grande. Para estirarla sin
complicaciones lo hacemos con las manos o bien con un rodillo. La forma es lo
de menos. Si sale cuadrada, adelante. Si consigues una masa redonda, genial.
Y entonces, ya empezamos a ponerle los ingredientes.
Primero, el tomate. Después el queso y el resto de cosas que queramos añadir.
EL último paso es el del horno, y no es el menos importante.
Con el horno precalentado a un mínimo de 230 ºC metemos la pizza.
Podemos usar una piedra para el horno o una bandeja. Si tenemos piedra la base
de la pizza quedará más crujiente pero no nos tenemos que complicar la vida,
quedan muy ricas en cualquier bandeja que tengáis.
Hornearemos durante unos 8-10 minutos, hasta que se dore
ligeramente. Y lista para tomar. ¡Buen provecho!
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