Consejos básicos para evitar sustos con la comida
Esta semana, concretamente el 7 de abril, se celebró el Día Mundial de la Salud. La Organización
Mundial de la Salud (OMS) aprovecha esta fecha para incidir en la gran
importancia de garantizar la seguridad de los productos alimentarios que
consumimos. Nosotros no queremos ser menos y recordaros qué debéis hacer para no poner en riesgo vuestra salud.
‘Los alimentos que contienen bacterias, virus, parásitos o
sustancias químicas nocivas causan más de 200 enfermedades, que van desde la
diarrea hasta el cáncer’, señala la agencia sanitaria. Por ello, para evitar
sustos con la comida, la Organización Mundial de la Salud aconseja tener en
cuenta cinco
consejos básicos.
1. Mantener la
limpieza:
Hay que lavarse las manos antes y después de manipular alimentos, al igual que debemos hacerlo después de ir al baño, toser, limpiarnos la nariz o tocar a algún animal. También es importante mantener una limpieza adecuada en las superficies donde vamos a cocinar, los utensilios que vamos a utilizar y, por supuesto, los alimentos que vayamos a ingerir, como frutas y verduras. Asimismo, hay que proteger los productos (en recipientes cerrados) y las zonas de la cocina de insectos o mascotas.
2. Separar alimentos
crudos y cocinados:
Bajo ningún concepto se pueden juntar alimentos crudos y
cocinados. Es recomendable utilizar utensilios diferentes (cuchillos, tablas de
cortar...) para manipular carne, pollo, pescado y otros alimentos crudos que
pueden contener microorganismos peligrosos susceptibles de transferirse a otros
productos. Conservar los alimentos en recipientes separados.
3. Cocinar
completamente:
La carne, el pescado, los huevos y el pollo es la comida más
susceptible de ser contaminada, por lo que deben tener una cocción adecuada.
Tanto el huevo como la carne y el pollo deben alcanzar al menos el 75% en su
cocción. Hervir alimentos como sopas y guisos para garantizar que alcanzan los
70 grados para garantizar su inocuidad. Recalentar completamente la comida
cocinada.
4. Mantener los alimentos
a temperaturas seguras:
Lo ideal es cocinar y consumir justo después de la
preparación del alimento. Si no es posible, hay que intentar que la comida
cocinada esté en la nevera antes de dos horas tras la cocción para evitar que
aparezcan microorganismos. Además, nunca se debe descongelar a temperatura
ambiente, lo más seguro es la utilización del microondas. No guardar la comida
durante mucho tiempo, aunque esté en la nevera.
5. Usar agua y
materias primas seguras:
Es aconsejable utilizar agua tratada para limpiar los
alimentos. Lavar las frutas y hortalizas especialmente si se comen crudas. A la
hora de comprar los productos, hay que tener en cuenta que estén bien
etiquetados, que el envase esté en buen estado y que no hayan sobrepasado la
fecha de caducidad.
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