¿Antojos nocturnos? Te explicamos el porqué

8:49 Unknown 0 Comments



Todos hemos oído hablar de los antojos y sabemos que, aunque las embarazadas se llevan la fama, a todos nos ha pasado alguna vez. Y de noche, todavía más. Normalmente, la situación es la siguiente: Ya hace unas horas que has terminado de cenar y te encuentras en el sofá viendo la televisión o leyendo tranquilamente. De repente, pierdes la concentración de lo que estás haciendo y parece que sientes un agujero en el estómago. Entonces solo puedes pensar en lo que te apetecen unas galletas, madalenas, un trocito de chocolate, pipas,… A veces eres capaz de reprimir la tentación, pero otras veces no. Y después te arrepientes.

Pues no te sientas un bicho raro. El picoteo nocturno es bastante habitual. Y resulta ser así porque, según sugiere un reciente estudio publicado en la revista Obesity, el reloj interno del cuerpo (el ritmo circadiano) es capaz de aumentar por la noche el apetito y el deseo por dulces, almidones y alimentos salados.

Tal y como explican en la web MedCiencia, desde una perspectiva evolutiva, la necesidad de consumir más alimentos por la noche podría haber ayudado a nuestros antepasados a ​​almacenar energía para sobrevivir más tiempo en épocas de escasez de alimentos y hambrunas. No obstante, en la actualidad, la ingesta nocturna de alimentos altamente calóricos puede provocar un aumento de peso significativo.



“Por supuesto, hay muchos factores que afectan a la ganancia de peso, principalmente la alimentación general y el ejercicio físico. Pero hemos encontrado que las personas que comen mucho por la noche, especialmente alimentos y bebidas altamente calóricas, son más propensas a padecer sobrepeso u obesidad” comenta el Dr. Steven Shea, principal autor del estudio.
Además, nuestro estilo de vida actual también puede estar ayudando a que nos veamos tentados a consumir alimentos por la noche. Solemos quedarnos hasta altas horas de la noche viendo la televisión, navegando frente al ordenador o simplemente escuchando música o leyendo un libro. Por un lado, esto provoca que no durmamos lo suficiente, lo que puede favorecer que aumentemos nuestro peso corporal a medida que pasa el tiempo. Por otro lado, estar despiertos hasta más tarde también favorece que estemos más tiempos tentados a comer y es más probable que acabemos picoteando algo.

El papel del ritmo circadiano

El equipo de investigadores capitaneado por el Dr Steven Shea han hallado mediante una investigación que el ritmo circadiano regula el hambre. Según su estudio, los participantes sentían menos hambre por la mañana (8h) y más a la tarde (20h). Por ello, el estudio concluye que el ritmo circadiano interno provoca un pico de apetito a últimas horas del día lo que puede promover que comamos mucho por la noche.




Para evitar contrarrestar esta situación, es muy aconsejable repartir bien la comida que ingerimos durante el día para evitar tener muchísimo apetito cuando llega la noche. Como ya hemos dicho en otras ocasiones, el desayuno debe ser la principal comida del día con un importante aporte energético. 

0 comentarios: