Asadas o cocidas, ¿cómo prefieres las castañas?
Los magostos son los reyes del otoño y el fruto del castaño
es, sin duda, la reina durante la temporada. Este fruto está delicioso y se puede
consumir de muchas maneras distintas, así como emplearlo para la preparación de
distintas recetas. En esta ocasión, te vamos a desvelar tres maneras sencillas
para que puedas comer
castañas asadas sin tener que usar fuego. Ten en cuenta que las castañas
asadas es la mejor manera de prepararlas desde el punto de vista de salud. Y para los amantes de las castañas cocidas también le damos algunos trucos. Atentos:
ASAR CASTAÑAS EN EL HORNO
Cada horno es un mundo y los tiempos que indicamos dependen
de las características de cada uno. En cualquier caso, para cocinar las
castañas deberás hacerle un corte en la cáscara antes de colocarlas en la
bandeja de hornear. Para cocinarlas, debes precalentar el horno a 200ª y meterlas
durante 20 minutos. Muévelas pasados los primeros 10 minutos para que se hagan
bien.
Es quizá la forma más clásica a falta de fuego. Lo único que
se necesita es una sartén, que debe ser con agujeros en el caso de que se use
una cocina de gas. Para los que tengan vitrocerámica también existe una
solución, aunque el resultado no será el mismo. Para ello, podemos usar una
sartén o una olla normal. Las colocaremos sobre la superficie de la sartén de
manera que haya espacio entre una y otra. ¡Importante! Las castañas deben
tostarse, pero no quemarse. Esta manera de asarlas resulta entretenida porque
con una pinza les iremos dando la vuelta a las castañas según veamos que se van
tostando. Este proceso puede durar unos 10-15 minutos según la cantidad de
castañas que hayamos puesto en la sartén.
Las sacaremos cuando veamos que el fruto está de color
amarillo intenso y la cáscara se ha ennegrecido ligeramente por algunas zonas.
ASAR CASTAÑAS EN EL
MICROONDAS
La versión más arriesgada y moderna del asado de castañas
tiene sus ventajas (limpieza y rapidez) y el resultado no tiene nada que
envidiarle a la forma tradicional. Antes de cocinarlas, hazle un corte en la
parte plana de la castaña tratando de atravesar las dos pieles pero sin
romperlas.
Una vez preparadas las pondremos en un plato o en un
recipiente apto para microondas y las cocinaremos a 800w (esto dependerá del
microondas que tengamos) durante al menos 3 minutos.
Puedes hacer tantas castañas como te apetezcan, eso sí, no
hagas muchas más de las que tengas pensado comerte pues cuando se enfrían del
todo las castañas se endurecen y si no las has pelado te costará mucho más
trabajo ya que la piel vuelve a pegarse a la castaña cuando ésta se enfría.
¡Ojo! No dejes sin vigilancia el microondas mientras se
hacen las castañas.
CASTAÑAS COCIDAS
CASTAÑAS COCIDAS
La otra forma más tradicional de hacer las castañas es cocidas. Para ello, debes limpiarlas bien y con un cuchillo haz una pequeña
muesca en la piel de cada una de ellas. Después, ponlas en una cazuela con agua, una pizca de sal y unos
granos de anís. Cuécelas a fuego suave durante 50 minutos.
Escurre y sírvelas en una fuente grande en el centro de la
mesa y que los comensales vayan pelándolas a su antojo.
Un consejo: Cuando compres castañas debes comprobar que tengan una
consistencia dura y que la piel tenga un color pardo brillante.
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