10 consejos para evitar enfermedades alimentarias
Cuando de comer sano
se trata, no solo hay que tener en cuenta la cantidad de vitaminas, proteínas y
otros nutrientes de cada alimento. Además, es muy importante mantener los
alimentos en buen estado. Para evitar consecuencias nefastas para nuestra
salud, debemos reducir los contaminantes del hogar y mantener seguros los
alimentos que se van a ingerir mediante una correcta manipulación de los
mismos. Aquí van algunos consejos
muy sencillos y prácticos.
Limpiar, separar,
cocinar y refrigerar, son los cuatro ámbitos clave para evitar las
enfermedades alimentarias en el hogar, según señalan desde la web del Centro de Promoción de la Nutrición del
Departamento de Agricultura de los Estados Unidos.
Recogemos diez consejos que los especialistas de
este centro estadounidense para la promoción de la salud pública ofrecen para
una correcta manipulación de los alimentos en estas cuatro esferas:
1. Lávate las manos con agua y jabón
Moja las manos con agua corriente limpia y aplica jabón. Utiliza agua templada siempre que sea posible. Frota las manos juntas para hacer espuma y limpia todas las áreas de las manos durante 20 segundos. Enjuaga tus manos bien y sécalas usando una toallita de papel limpia. Si es posible, utiliza una servilleta de papel para cerrar el grifo.
Moja las manos con agua corriente limpia y aplica jabón. Utiliza agua templada siempre que sea posible. Frota las manos juntas para hacer espuma y limpia todas las áreas de las manos durante 20 segundos. Enjuaga tus manos bien y sécalas usando una toallita de papel limpia. Si es posible, utiliza una servilleta de papel para cerrar el grifo.
2. Sanea las superficies
Las superficies deberían limpiarse con agua jabonosa caliente. Se puede emplear una solución de una cucharada sopera de lejía sin perfume por 3,75 litros de agua para sanear las superficies.
Las superficies deberían limpiarse con agua jabonosa caliente. Se puede emplear una solución de una cucharada sopera de lejía sin perfume por 3,75 litros de agua para sanear las superficies.
3. Limpia el refrigerador de comida una vez a la semana
Al menos una vez a la semana, hay que tirar los alimentos refrigerados que no se van a comer. Los restos de alimentos cocinados deberían tirarse después de 4 días, el pollo y las carnes picadas en crudo, después de uno o dos días.
Al menos una vez a la semana, hay que tirar los alimentos refrigerados que no se van a comer. Los restos de alimentos cocinados deberían tirarse después de 4 días, el pollo y las carnes picadas en crudo, después de uno o dos días.
4. Mantén limpios los electrodomésticos
Limpia el interior y exterior de los electrodomésticos. Hay que poner especial atención a los botones y manillas en los que se puede producir contaminación cruzada a las manos.
Limpia el interior y exterior de los electrodomésticos. Hay que poner especial atención a los botones y manillas en los que se puede producir contaminación cruzada a las manos.
5. Limpia los alimentos
Limpia los vegetales y frutas frescos bajo el agua corriente antes de comer, cortar o cocinar. Incluso si se planea pelarlos o cortarlos antes de comer, es importante pasarlos por agua a fondo primero para prevenir que los microbios pasen del exterior al interior del producto.
Limpia los vegetales y frutas frescos bajo el agua corriente antes de comer, cortar o cocinar. Incluso si se planea pelarlos o cortarlos antes de comer, es importante pasarlos por agua a fondo primero para prevenir que los microbios pasen del exterior al interior del producto.
6. Separa los alimentos al hacer la compra
Hay que colocar los productos marinos, la carne de vacuno, cerdo o aves en bolsas de plástico. Mejor almacenarlas en el refrigerador debajo de los alimentos que se vayan a consumir antes.
Hay que colocar los productos marinos, la carne de vacuno, cerdo o aves en bolsas de plástico. Mejor almacenarlas en el refrigerador debajo de los alimentos que se vayan a consumir antes.
7. Separa los alimentos cuando los prepares y sirvas
Siempre utiliza una tabla de cortar limpia para los productos frescos y una distinta para pescado y carne crudos. Nunca coloques los alimentos cocinados de nuevo en el mismo plato o tabla de cortar en los que previamente haya habido alimentos crudos.
Siempre utiliza una tabla de cortar limpia para los productos frescos y una distinta para pescado y carne crudos. Nunca coloques los alimentos cocinados de nuevo en el mismo plato o tabla de cortar en los que previamente haya habido alimentos crudos.
8. Utiliza un termómetro para alimentos cuando cocines
Debería utilizarse un termómetro para la comida para asegurar que los alimentos se cocinen con seguridad y que los alimentos cocinados se mantienen a una temperatura segura hasta que se tomen.
Debería utilizarse un termómetro para la comida para asegurar que los alimentos se cocinen con seguridad y que los alimentos cocinados se mantienen a una temperatura segura hasta que se tomen.
9. Cocina los alimentos a temperaturas internas seguras
Una forma eficaz de prevenir las enfermedades alimentarias es comprobar la temperatura interna de los alimentos marinos, la carne roja o de ave y los platos con huevo. Cocina toda la carne cruda de vaca, ternera, cerdo y cordero en filetes o troceada hasta alcanzar una temperatura interna mínima de 62,7 grados centígrados.
Una forma eficaz de prevenir las enfermedades alimentarias es comprobar la temperatura interna de los alimentos marinos, la carne roja o de ave y los platos con huevo. Cocina toda la carne cruda de vaca, ternera, cerdo y cordero en filetes o troceada hasta alcanzar una temperatura interna mínima de 62,7 grados centígrados.
Por seguridad y calidad, deja reposar la carne al menos tres
minutos antes de cortarla o comerla. Cocina toda la carne picada de vaca,
cerdo, cordero y ternera hasta una temperatura interna de 71,1 grados
centígrados. La carne de ave, incluyendo el pollo y el pavo picados, debería
alcanzar al ser cocinada hasta una temperatura interna de 73,8 grados
centígrados.
10. Mantén los alimentos a una temperatura segura
Mantén los alimentos fríos a 4,4 grados centígrados o por debajo. Los alimentos calientes deberían mantenerse a una temperatura de 60 grados centígrados o por encima. Los alimentos no se consideran ya seguros para comer cuando se han mantenido en la zona de peligro (entre 4,4 y 60 grados centígrados) durante más de 2 horas (1 hora si la temperatura es superior a los 32,2 grados centígrados).
Mantén los alimentos fríos a 4,4 grados centígrados o por debajo. Los alimentos calientes deberían mantenerse a una temperatura de 60 grados centígrados o por encima. Los alimentos no se consideran ya seguros para comer cuando se han mantenido en la zona de peligro (entre 4,4 y 60 grados centígrados) durante más de 2 horas (1 hora si la temperatura es superior a los 32,2 grados centígrados).
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